miércoles, 6 de julio de 2011

La misma canción

Y así es que decidieron cerrar las puertas de su caserón, para siempre.

Y desde ese momento, se buscan a tientas en noches de verano, se llaman con ecos que atraviesan las vetustas paredes, se deslizan entre fibras de luz y sombra, se desvanecen en la eternidad de su pasado.

La vajilla de porcelana se resquebraja en los muebles de roble, las velas se van derritiendo dentro de los candelabros, el herrumbre trepa gradualmente por las arañas, los antigüos cuadros se destiñen... pero ellos no parecen notarlo.

Ellos ríen, añoran, bailan y bailan la misma canción desde hace siglos, ejecutada por un piano que hace siglos nadie toca.

3 comentarios:

JadeRosadoPty dijo...

romance oscuro y eterno. envidiable.

Cookie / Cat dijo...

¿No es eso la felicidad?
Están tan inmersos en su baile que el alrededor ya no importa.

roberto antonio dijo...

muy bueno , bien escrito , corto pero de una oscuridad iluminada , te felicito !!!