jueves, 30 de septiembre de 2010

Hoy, Bipolar-up

No sé si te estás dando cuenta
No sé si te percataste
No sé si te pusiste a analizar

La gente se está muriendo. Todos los días.
Y yo no sé cuánto tiempo me queda. Me, te, nos, les.
No lo sé realmente.

Está bueno cada tanto jugar a "Cómo quedarían las cosas si me muero el minuto que viene?": preguntarse en un segundo desde cosas importantes como qué fue lo último que les dije a las personas que quiero, hasta cosas bien frívolas como cuál fue la última frase que subí al facebook. Y de ahí sacar conclusiones:
Si me muero el minuto que viene, ¿Dejé todo como me gustaría dejarlo? Es muy cachetada seca este ejercicio, porque nos enfrenta a la idea que menos le gusta al ser humano: no somos irrompibles, no somos inmortales. Pero me hace bien porque me saca de la novela y le tapa la boca a esa parte de mí que adora hacerse la víctima.

Basta de hacerse problemas por pelotudeces. Tengo tantas razones para estar agradecido, que debería darme verguenza. Ya con respirar. Dejémonos de joder un poco.

Sé bien que lo que estoy diciendo no es nada nuevo. Idea más cursi, gastada y quemada que el "vivir la vida" no hay. Pero el núcleo de la idea es súper válido. No quiero en el futuro mirar para atrás y decir "qué nabo que fui sufriendo por boludeces". Dejémonos de joder.



Libros y frascos
¿Qué más podemos pedir?

2 comentarios:

El alter ego de Mabel dijo...

Te pegó MAL el tema de rominayán...

JM dijo...

jajaj totalmente. No sólo eso, sino que se murió más gente conocida ese mismo día :S