domingo, 28 de marzo de 2010


No podía entender por qué las cosas no eran como yo quería que fueran, pero ahora creo saber la respuesta:
Si bien mil cosas me dolieron, las vueltas de la vida, una vez más, al no darse como yo quería, me estaban "salvando" de unas tres mil más. Gracias, vueltas de la vida, supongo.